Es una muy buena noticia que el Centro de Lima atraiga nuevamente el interés de importantes inversionistas privados, que han prometido respetar el perfil y la línea arquitectónica peculiares de la Ciudad de los Reyes.
Se trata especialmente de tiendas por departamentos o ‘retails’, centros comerciales e inmobiliarias, como Arte Express, interesados en desarrollar proyectos de diversa índole.
Es mucho lo que se puede ganar al imprimirle mayor dinamismo al centro, al mejorar el entorno urbano y dar mayor seguridad a las zonas donde se desarrollarán estos proyectos.
Sin embargo, es preciso reiterar la necesidad de que las autoridades municipales, del Ministerio de Cultura y del INC permanezcan vigilantes para que no se desvirtúe la identidad limeña, con sus calles, balcones y edificios de diseño y factura únicos en todo el mundo.
Es evidente que estos cuidados y previsiones a favor de la ciudad demandan una inversión extra o adicional a las empresas que quieren desarrollar sus proyectos, pero el respeto a la identidad urbana no debe considerarse una carga: el patrimonio monumental y arquitectónico es lo más valioso que tiene la ciudad y lo que la caracteriza nos llena de orgullo y atrae a muchos turistas. Y allí están, como ejemplos, las grandes ciudades del mundo que han logrado modernizarse sin sacrificar su perfil urbano tradicional.
Hacemos votos para que se siga promoviendo iniciativas de este tipo en todo el Centro de Lima, para recuperarlo de modo integral, y no solo el aspecto comercial, y deje de ser peligroso, caótico y desordenado. Por ejemplo, hasta donde se sabe, no hay ningún proyecto habitacional privado en marcha, no obstante la disponibilidad de espacios y terrenos y su bajo precio. Cabe recordar que hasta hace unos tres años había 387 edificios vacíos en el Centro Histórico, un número que ha disminuido en muy poco.
Frente a este panorama, corresponde a la Municipalidad de Lima asumir su responsabilidad de rescatar esta parte de la ciudad, estimular más inversiones, pero sin alterar la esencia del Centro Histórico.
Como hemos reiterado desde aquí, todo esto debe responder a un concepto integral que incluya resolver el caos del transporte urbano, así como la falta de seguridad y la informalidad.
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